No hay nada más lindo que despertarse y que nos traigan el desayuno a la cama. Por eso hoy queremos proponerles a los papás que pongan las manos en la masa y con ayuda de sus hijos sorprendan a las madres.
Esta receta es fácil, rendidora y se ensucia muy poquito. Además: a los chicos les va a divertir amasar y crear formas.
Vas a necesitar:
- 1 kilo de harina
- 2 huevos
- 1 taza de aceite
- 1 cubito o un sobrecito de levadura
- 1 ½ cucharadas soperas de sal
- 1 cdita de azúcar
- Semillas de sésamo
- Agua tibia cantidad necesaria
1. Tamizá la harina y ponela en un bowl. En un costadito poné la sal y en el centro hacé un hueco para poner uno de los huevos y el aceite.
2. En otro recipiente chiquito desarmá la levadura y agregale un poquito de agua tibia y la cuchara de azúcar. Cuando empiece a burbujear y se infle está lista para sumar a la otra preparación.
3. Amasá con las manos hasta unir todos los ingredientes y andá agregando el agua a medida que vayas necesitando.
Tiene que quedar una masa suave, que sea blandita y no se seque. Si en algún momento se pone pegajosa podés compensar agregándole más harina.